Nacho Dean nació en Málaga hace 39 años. Ha vivido en más de 20 lugares diferentes y ha sido el primer español y quinta persona en el mundo en dar la vuelta al mundo caminando. Lo consiguió en el año 2016 después de 3 años recorriendo el mundo y más de 30.000 kilómetros, 31 países y 4 continentes. Ha pasado de una temperatura de 50 grados que sufrió en Australia a los -13 grados de los Andes. Llegó a recorrer 86 kilómetros en un sólo día y bebió hasta 7 litros diarios en Tailandia o Malasia.

Ha sufrido la fiebre chikungunya en México y ha presenciado un atentado terrorista en Bangladesh. A pesar de todo Nacho Dean no se quedó contento y decidió unir los continentes a nado en la llamada expedición Nemo. 

Quedamos en la fuente del Ángel Caído del parque de El Retiro de Madrid. De paso tranquilo, nada comparado a la velocidad con la que ha recorrido el mundo, y con una voz pausada nos cuenta cómo está el mundo, cómo es el ser humano y la importancia de cuidar este planeta. Así es Nacho Dean.

¿Cómo empieza todo esto?

¿Por qué no dar la vuelta? En vez de estar unos días, unas semanas y volver a casa, ¿por qué no dar la vuelta al mundo caminando? soñar a lo grande.

Una cosa es tener ideas y otra muy diferente tomar decisiones o llevarlo a la práctica. Así que me llevó casi dos años tomar la decisión. Tienes que dejarlo todo, la casa, el trabajo, la familia, los amigos. Se necesita soltar todos tus miedos también. Soltar los lastres de la sociedad y de la cultura que vivimos y embarcarte en una aventura que no sabes si vas a regresar y si regresas quien vas a ser. Para mí es un milagro estar vivos, estamos en el mundo de paso y merece la pena apostar por lo que creemos apostar por nuestros sueños. Así que el 21 de marzo de 2013 daba los primeros pasos para completar el reto.

¿A qué te dedicabas antes de salir el 21 de marzo a ver el mundo?

Me dedicaba a muchas cosas. Profesionalmente he estudiado publicidad y relaciones publicas, estudié Medio ambiente también. Me independicé pronto a los 21 años y desde esa edad, practicaba deporte, escalada, senderismo.

¿Cuántos Idiomas hablas?

Hablo bien español e inglés, un poco de francés y cuatro palabritas de otros tantos idiomas.

¿Por dónde empiezas el reto y por qué?

Empecé en España que es mi país natal, en un lugar simbólico como es el kilometro 0 de la Puerta del Sol de Madrid, y una fecha simbólica el 21 de marzo, comienzo de la primavera. Además del reto personal tenía una causa, un mensaje y quería por ello documentar el cambio climático. Empecé por lo más fácil, Europa, el continente mas familiar.

Solo ir caminando desde Madrid a Estambul es ya una aventura para escribir un libro. Sin embargo es el primer continente, el conocido. A partir de ahí comenzaba la aventura ya con mayúsculas.Asia, Oceanía, América desde el sur hasta el norte.

¿Lo hiciste sólo?

Fue en solitario, sin asistencia e ininterrumpidamente. Bastantes veces me preguntaba la gente que iba con su coche que si me llevaban, a veces está lloviendo, tienes frío, hambre. Al principio cuesta un poco pero ya luego lo automatizas, lo interiorizas.

¿Qué presupuesto tenías?

Empecé con un presupuesto muy ajustado. Tan ajustado que era insuficiente para completar la expedición. Comencé con unos ahorros personales. Hay un dicho que dice que cuando alguien quiere algo encuentras un medio, cuando no quieres hacer nada buscas una excusa. Yo lo tenía claro y pensé que según iría recorriendo países y kilómetros recibiría ayuda de la gente, y así fue. Ha sido un viaje rozando la supervivencia, sin ningún tipo de lujo.

¿Tuviste en algún momento dudas? ¿Pensaste en regresar?

Sí, si. Comencé pletórico con muchas ganas y mucha fuerza pero es cierto que hay un desgaste bastante grande. Es un medio de transporte muy lento muy expuesto, cosas tan básicas como comer o donde dormir, tu seguridad, cosas que damos por sentado aquí que son básicas en otras partes del mundo son grandes preocupaciones. Es un viaje que requiere mucha energía, física y mental. Hay ocasiones en las que echas de menos a tu familia, pones tu vida en juego y te planteas, ¿Qué sentido tiene seguir corriendo riesgos por algo que al fin y al cabo es una decisión personal y que nadie me está obligando a ello? ¿Qué ocurre? Que voy con un pensamiento que es el siguiente: “después de un día malo viene uno bueno” Si hoy estas mojado, mañana estarás seco, si hoy tienes hambre mañana comerás. También es importante saber que lo que haces tiene una transcendencia e inspira a la gente, eso me daba fortaleza.

Al principio de la aventura tira de mí la ilusión, y cuando ya estoy acabando tira de mi el pensamiento de que estoy muy cerca de acabar y no es momento para abandonar.

¿Tu peor experiencia?

La peor experiencia fue un intento de asalto en México. Varios tipos me intentaron asaltar con cuchillos. No fue la primera vez pero era la gota que colmaba el vaso. Ya había sufrido varios intentos de asalto, uno de ellos en el barrio del Callao en Perú en Lima. Presencié un atentado terrorista en Bangladesh, en fin, iba lloviendo sobre mojado.

Varios tipos armados en mitad de un camino donde no podía huir ni darme la vuelta. Decidí continuar  andando hacia ellos confiando que fuera gente que volvía del trabajo del campo. Cuando estaba a escasos 5 metros sacaron los cuchillos, no respondí, me abalancé sobre ellos y salí corriendo empujando un carro y se fueron cansando detrás de mí. Si llega a estar Usain Bolt a mi lado le gano.

¿Y la mejor?

Muchas, muchísimas. Atravesar caminando los países es la mejor manera de conocerlos, de empaparte de sus culturas, conocer la gente, dormir en las casas, descubrir la naturaleza de este planeta, dormir bajo las estrellas en el desierto, ver animales que solo has visto en libros y documentales.

Siempre digo que lo mejor de mi viaje es la humanidad. El mayor tesoro son las personas. Comprobar como la inmensa mayoría de las personas independientemente del país, raza, sexo, cultura, religión, el ser humano merece la pena. Si la humanidad fuera mala no habría sido posible mi viaje, no habría llegado ni a Francia. El problema es que vemos en las noticias únicamente problemas.

Sabemos que se lo recomendarías a cualquier persona, y precisamente por eso, para avisarles, ¿Hay que estar preparado mentalmente para un viaje así?

Jaja, yo no se lo recomendaría a nadie. Hay que tenerlo muy claro. Yo desde la humildad, pero animo a la gente a perseguir y luchar por sus sueños. Sea montar una empresa, casarte con alguien o dar una vuelta al mundo.

Es algo que tienes que tener muy claro, algo que haces o mueres. Son muchas las dificultades, si no es algo que sientes como una llamada te vas a casa tarde o temprano.

¿Cuál es el mejor país que has visitado?

Cuesta mucho, es difícil, no me podría quedar con uno, todos tienen algo especial, la gente. Viajar es muy subjetivo también, y cada uno vive las experiencias de una forma. Te puedo hablar muy bien de Eslovenia, es un país pequeño y cercano, de Australia, Malasia, Alaska, México o Jordania. Te puedo hablar bien de todos.

¿A cuál no volverías?

A ninguno, volvería a todos.

Expedición Nemo, ¿En qué consiste?

Una vez terminé de dar la vuelta al mundo caminando me di cuenta que tenía una deuda pendiente con los océanos. Vivimos en un planeta donde el 70% es agua. Así que me plantee unir nadando los 5 continentes para lanzar un mensaje de conservación de los océanos.Lo que antes había hecho por tierra, hacerlo por mar. La mayor dificultad radica en que yo no era nadador. El agua es un medio completamente diferente. Puedes estar fuerte que si no sabes nadar o no tienes buena técnica te vas al fondo.

¿Que distancia podías llegar a nadar?

El cruce más largo han sido 22 kilómetros. En el mar de Bismarck entre Indonesia hasta Papua en Nueva Guinea. La dificultad no es la distancia, sino en las condiciones en las que se nadan. Nadar en una zona de medusas, tiburones, el agua a 30 grados, son monzones, cocodrilos, y a su vez la alimentación y el descanso dejan mucho que desear. Ha sido la travesía más dura en toda mi vida. Varios miembros del equipo se lanzaron a nadar conmigo me motivó, me dio fuerza mental y pude terminar.

La expedición completa han sido 70 kilómetros. Para ser capaz de cruzar esos 5 estrechos nadé 2500 kilómetros en los entrenamientos.

Foto: Guillermo Jiménez Carazo

 

¿Cómo ves el planeta?

En primer lugar no lo veo tan grande como parece. Se lo que cuesta llegar a Australia caminando y volver por la otra parte del globo terráqueo con mis pies. Es un aprendizaje, lo he vivido día a día paso a paso y puedo decir que no es tan grande razón de más para cuidarlo. Creemos que el planeta es infinito y que los recursos son inagotables y no es así.

He comprobado también que vivimos en un maravilloso planeta que merece la pena cuidar. Es increíble recorrer el Caucaso, las montañas en Georgia, Armenia, las selvas de Asia Central con tigres, elefantes, rinocerontes, en la India, el desierto de Australia, Atacama, la selva de Ecuador. Vivimos en un planeta increíble pero hay que conocerlo, no puedes cuidar lo que no conoces.

Y por otro lado he comprobado y documentado que está muy castigado por la acción humana. Es muy grave y preocupante. No somos conscientes de la dependencia que tiene nuestra salud y el desarrollo y evolución de la sociedad de la naturaleza.

¿Ves a la gente concienciada en España?

Parece que cada vez hay más ruido y más concienciación, pero la concienciación se tiene que traducir en acciones, la verdad son los actos y en este sentido queda mucho trecho por recorrer. De todas formas, todos los implicados vamos tomando conciencia y encauzando.

¿Serías capaz de vivir sin este tipo de retos?

Sería difícil, muy difícil. Cuando descubres lo que te apasiona en la vida ya eres imparable. Es lo que te gusta, lo que te apasiona. Me siento privilegiado por descubrir lo que me apasiona en la vida.

Descubrir que si el ser humano se propone algo puede conseguirlo. No por arte de magia pero si lo trabajamos lo podemos conseguir.

Foto: DLM Magazine

 

Una ciudad para vivir

Sídney

Un libro

La brújula de Shackleton de Jesús Alcoba

Plato de comida

Spaguetti Carbonara

Una canción

One more cup of coffee de Bob Dylan

¿Qué cambiarías en este mundo?

Cambiaría realmente que viviéramos de un modo mas respetuoso con el planeta, pero creo que las cosas son como son.