Desde 1911

El summum de Pescaderias Coruñesas

Siempre se ha dicho que el mejor puerto pesquero es el de Madrid. Es un dicho que recalcan y del cual se sienten muy orgullosos los madrileños. Ahora bien, analizándolo en profundidad, se puede decir que esta afirmación tiene su parte de verdad. Tan sólo hay que analizar que las grandes piezas y productos van a la capital cada mañana, por lo que puede estar en la mesa del restaurante igual de fresco que comerlo en el sitio de costa, y por otro lado siempre se dice que el buen producto se paga en la capital.

De todo lo anterior sabe y mucho, Pescaderías Coruñesas quienes comenzaron su trayectoria como distribuidores de pescados y mariscos procedentes de las tierras gallegas. En los años 70 daban el salto a la restauración con lugares tan clásicos y conocidos como El Pescador, O´Pazo, o mucho más tarde el comedor  más conocido de la M40, Filandón. En todos ellos hay algo que ha destacado siempre, el producto. Su última obra, la recuperación de un clásico que estuvo a punto de desaparecer, Lhardy. Ahora en este restaurante ya no sólo se come buen cocido.

Si hay algo que no ha importado mucho a este grupo ha sido el “location”, como se puede comprobar con Filandón, y ahora con el recién abierto Desde 1911. Aquí la gente va a comer bien sin importar donde. Desde 1911 se sitúa en las traseras de la Calle Juan Montalvo, el lugar donde se sitúan la pescadería y los almacenes del grupo. En la calle Vivero 3, en el antiguo Taller de Bombas, aparece el summum de Pescaderías coruñesas.

De estilo nórdico en arquitectura y mobiliario, se ha conseguido un restaurante cálido en un edificio de corte industrial neoyorquino. Un salón principal con apenas 8 mesas y una terraza jardín donde también poder disfrutar en cualquier época del año. Justo detrás de la recepción se encuentra el especial reservado para capacidad de hasta 30 personas.

El jardín central inunda de luz un salón en el que poder estar y comer se convierte en algo único, sobre todo viendo su portal de reservas y su continúa solución de inscribirse en su lista de espera.

 

 

Aquí no hay carta como tal, existen únicamente 3 menús diferentes con 3, 4 y 5 platos como opción a elegir de entre los 6 productos existentes de cada día. Todo se acompaña con pan especial de la panaderia 130 grados de Madrid y con una carta de vinos a la altura de un restaurante que muy pronto veremos con algún galardón de la Guía Repsol o Michelín. Si nos fuera por su sumiller Sergio Otero, la labor para elegir vino se volvería una tarea bastante ardua. La atención en sala gracias a la labor del Maitre Abel Valverde se vuelve en una experiencia única.

Aparece así el nuevo rival de Estimar, y viene para ganar.

 

Localización

C. Vivero, 3, 28040 Madrid

Precio medio

180 euros/persona

Mesa a reservar

Reservado para grupos grandes. Para comer junto al ventanal del patio. Para cenar en cualquier mesa

Dress Code

Día/Noche Formal

A mediodia la mayoría de hombres en traje y mujeres formal

No es necesaria chaqueta en hombre