HOTEL RURAL HEREDAD BERAGU

Un hotel único y exclusivo de 3 estrellas que enamora a todo el que lo conoce

Acostumbro a llegar a los hoteles de noche, normalmente viajo después de comer y salvo que sea verano resulta difícil que pueda ver el reflejo del sol en la fachada del mismo. Me pierdo el atardecer y el anochecer y todo lo que me encuentro es un hotel iluminado de forma artificial, nada de vistas y sin rastro de gente. Así llegamos a Heredad Beragu, sobre las 20h de la tarde de un sábado y tras disfrutar de una carretera secundaria en la más inmensa oscuridad de los bajos montes de Navarra. Navarra es espectacular.

Llegamos a Gallipienzo y las pulsaciones bajaron a la mitad, la calma se apoderó de nosotros y el silencio fue emocionante. 

Heredad Beragu aparece pegado a la ladera, protegiendo de alguna forma al pueblo de Gallipienzo, dándole abrigo como el propio nombre de la calle donde se encuentra. Iluminado lo suficiente para conservar su estética rústica donde se atisba un estilo de corte medieval gracias a los arcos de sus ventanas. Es un proyecto arquitectónico único.

Este hotel de 3 estrellas no tiene que envidiar en sensaciones a ningún 5 estrellas, incluso diría que muchos de estos últimos querrían dotar sus alojamientos con dosis de lo que se respira en Heredad Beragu, esto es muy complicado, es uno de los mejores descubrimientos hoteleros del año.  

Patxi y Ramón, los propietarios, son unos aficionados de la montaña y el esquí.  Viajaban de vez en cuando a este histórico pueblo de apenas 99 habitantes para reunirse con amigos en la casa de uno de ellos. Pasaban el fin de semana, cenaban todos juntos y disfrutaban de Gallipienzo. Gallipienzo les atraía más de lo que imaginaban.

Se encontraron con una casa prácticamente en ruinas y decidieron adquirirla como casa de fin de semana. Ya tenían su pertenencia en este pequeño municipio. Dos soñadores que querían que la gente también disfrutara de Gallipienzo.

Eran 4 casas prácticamente unidas pero el propietario tan sólo vendía una de ellas. Las cuatros casas formaban una heredad, Casa Ubalda, Casa Antolín, Casa El Cuco y Casa Vidal. En el año 2012 se hicieron finalmente con la heredad y no tuvieron ni que pensar el nombre. Beragu es el monte donde se asienta la misma.

Tras varios años intensos de reformas y licencias, algo bastante complicado en el mundo hostelero, se inauguraba en el año 2016.     

Gallipienzo les había atrapado. Y ellos han atrapado a Gallipienzo en una fantasía de turismo aumentando el numero de visitantes al municipio. Ahora este pequeño municipio se conoce en Asia, Europa o América gracias a cada uno de los privilegiados que han visitado el hotel. Vienen de todos sitios.

Siempre hemos destacado la nueva tendencia del turismo. Elegimos ya hoteles en vez de pueblos o ciudades. Sin Heredad Beragu muy poca gente pisaría Gallipienzo.

Heredad Beragu dispone de 9 habitaciones mágicas, todas con vistas al valle.

Tuvimos tiempo de soltar las maletas y percibir el afecto del personal, es como estar en casa. Nos encantan estos hoteles familiares. Todo el hotel cena en el restaurante, Gallipienzo no tiene más. La espera en el salón del hotel fusiona a lectores que devoran sus libros, con amantes del vino que saborean su primera copa antes de la cena o con parejas que susurran respetando el silencio que tan sólo interrumpe la chimenea. No podemos describir la sensación de paz y tranquilidad.

Una carta sin complicaciones pero con muy buen producto hacen del restaurante el complemento perfecto. 

Eran las 9 de la mañana cuando nos dimos cuenta de que no habíamos visto todo sobre Heredad Beragu, quizás sabíamos que era así de día, pero no lo imaginábamos que podía ser tan espectacular. Las vistas desde las habitaciones no se pueden describir.

Desayuno con encanto frente a la espectacular Foz verde del rio Aragón. Tabla de ibéricos, huevos, fruta, bizcochos caseros….

Aquí el tiempo no pasa, aquí dejamos todos nuestros problemas del día a día para disfrutar de la calma y el paisaje.

Cada sitio que visitamos nos deja una sensación de insuperabilidad. Siempre creemos que lo hemos visto todo o que nada nos va a sorprender. Heredad Beragu te quita esa sensación al momento, nada más llegar. Cuando abandonas este hotel, esa sensación vuelve de nuevo con más fuerza si cabe. Nos va a costar superar los momentos allí vividos. Heredad Beragu es de los hoteles que merecen una nueva visita, a pesar de que nos quedan miles por descubriros.

Heredad Beragu supera lo imaginable.