Aunque los españoles seguimos bebiendo más cerveza que vino (se consume el triple de litros de cerveza que de vino en España), hemos adoptado otra postura respecto al caldo de color burdeos. No sabemos si es la edad o las buenas opciones que tenemos en nuestro país pero está claro que la cultura del vino ha crecido en los últimos años. Más tiendas especializadas, más entendidos, restaurantes con amplias cartas y un fuerte crecimiento del enoturismo hacen de España un país con gran cultura en este mundillo. Nos hace gracia la pregunta ¿quién va a probar el vino? cuando el camarero adopta la postura profesional de servir en las copas. Siempre existen al menos dos perfiles diferenciados en cada grupo de amigos. El que señala al entendido diciendo “que lo pruebe él”, y el entendido. Ojo con el entendido porque no suele decir nunca no me gusta, cambia la botella, o, este vino está picado. Siempre gesto afirmativo y el típico “está bueno”. El vino es un mundo y como nos contaba el responsable de enoturimo y RRPP del Grupo Artevino, Roberto Puras, “El mejor vino es el que le gusta a cada uno. No hay un vino mejor que otro. Si te gusta, ese es el mejor vino para ti”. La subjetividad del sabor. Aquí no hemos venido a hablar de vinos, aquí os traemos una excusa, una experiencia a disfrutar alrededor de este mundo. Las escapadas de fin de semana a los santorales del vino se han disparado y DLM consciente de ello ha viajado hasta la milla de oro castellano-leonesa.
La “Ribera del Duero” es la denominación de origen situada en la confluencia de las provincias de Soria, Burgos, Segovia y Valladolid. 22.000 hectáreas, constando de unos 8.000 viticultores activos y casi 300 bodegas. En 2018 la vendimia alcanzó los más de 120 de kilos de uva recogida Se dice que el punto fuerte de esta zona es la carretera N-122, concretamente el tramo que va desde Aranda de Duero hasta Sardón de Duero. “Ribera del Duero” fue reconocida como denominación de origen en 1982, gracias a la importante labor de Jesús Anadón, antiguo gerente de la potente Vega Sicilia. Tan potente es esta última, que la autovía que se pretende construir se desvía de su plano inicial para no atravesar las tierras de una de las mejores bodegas del mundo.
Bodegas Protos tenía como nombre “Ribera del Duero” desde su fundación, pero cuando se formó el consejo regulador, esta bodega cambió su nombre al actual de Bodegas Protos y cediendo su utilización del nombre Ribera del Duero al consejo regulador.
Con un fin de semana bastaría para empaparnos de conocimientos, cultura y disfrute en torno al vino. Hay turistas internacionales que visitan la zona durante una semana y recorren cada una de las más de 50 bodegas importantes.
Comenzamos….
Viernes 09:00h
Si eres de los que tiene que pedir el día en el trabajo, no lo dudes. El viernes empezamos una de las mejores rutas que podemos hacer en España.
Los que viajan desde Madrid tienen la primera parada en plena carretera de Burgos (A-1). Es importante empezar con un buen desayuno o tentempié, y que mejor que hacerlo en Area Boceguillas, el área de servicio donde el restaurante ostenta un reconocimiento como Bib Gourmand, la antesala de la estrella, en la Guía Michelin. Unos huevos con morcilla como los de la foto son suficientes para llenar el estómago.
Viernes 12:00h
La segunda parada tiene tintes culturales, uno de los pueblos que debemos visitar es Peñaranda de Duero. Aunque nos desviamos un poco de la carretera principal del vino, es el mejor momento para visitarlo ya que la cercanía de Aranda de Duero nos permite comer y poder hacer la vuelta el domingo por Valladolid.
Viernes 14:30h
Aranda de Duero nos ofrece el lechazo como especialidad principal pero Aranda es mucho más. Si no tenemos muchas ganas del maravilloso lechazo de Casa Florencio podemos optar por restaurantes como La Picara o El 51 del Sol, donde el cocinero David Izquierdo propone una cocina de autor que refleja los sabores propios de la zona, los orígenes del Duero.
De camino a cualquiera de los hoteles seleccionados, podemos hacer una visita a cualquiera de estos pueblos con encanto, Roa, Curiel, Campillo de Aranda, Adrada de Haza, La Sequera de Haza, Moradillo de Roa o Castrillo de la Vega
Elijamos el hotel elijamos, lo que está claro es que vamos a tener que pisar el Hotel Fuente Aceña Boutique, no sólo por su buena ubicación y servicio, también por la cocina. La cena del viernes es aquí si o si.
El hotel Fuente Aceña Boutique es un antiguo harinero de más de 300 años reformado y restaurado por uno de los arquitectos más conocidos de la zona, Roberto Valle. Este hotel funcional ofrece bastante más de lo esperado por su precio por noche. Es una recomendadísima opción para pasar la primera noche de esta escapada, o las dos. Hotel moderno sin pretensiones, con un diseño muy renovado y muy acogedor, sobretodo con la llegada del frio. Nos encanta las diferentes alturas del hall, bar y restaurante.
El restaurante supone para nosotros la mejor opción relación calidad precio de la zona. Restaurante serio, con una cocina de producto y un silencioso y elegante salón. La buena cocina va acompañada de una gran carta de vinos. Es posible probar vinos de calidad por copas gracias a Coravin, uno de los mejores inventos en el mundo del vino, con el que se extrae el vino sin necesidad de sacar el corcho, manteniendo las propiedades del vino aunque pasen meses. Una pequeña inyección que sufre el corcho y un chorro deja la copa llena de vino y pequeñas burbujas. Es el plan perfecto para acabar el viernes.
La segunda opción de alojamiento se encuentra a tan sólo 10 minutos en coche del restaurante Fuente Aceña. Se trata del Hotel Monasterio de Valbuena. Completamente diferente en estilo al anterior, se trata de un monasterio cisterciense del siglo XII. El spa y sus aguas termales en los sótanos pueden hacer que la mañana del sábado comience de una manera muy especial.
Dos conceptos, dos precios, dos formas de disfrutar y descansar, pero los dos igualmente recomendados por DLM.
Sábado
11:00h Visita de bodegas
Después de un buen desayuno en cualquiera de los hoteles anteriores vamos a movernos un poco y conocer algo más acerca del vino. La visita a las bodegas de Finca Villacreces es la mejor opción para este día por la mañana.
Lo es no sólo por la historia y calidad del vino (es la finca que linda con Vega Sicilia), sino por la propia experiencia que se puede disfrutar. Después de una visita a la propia bodega y los viñedos y disfrutar de una cata, toca el turno de pedalear. Una bicicleta eléctrica con una cesta cargada de embutidos, queso, pan, paté, una botella de vino y una par de copas van a hacer que la experiencia sea completa. Recorremos la finca con un plano de la misma, de forma libre, sin guía, y buscando el mejor sitio para instalar el picnic. Recomendamos la zona del rio donde se pueden encontrar bancos de madera. Y si no os habéis bebido la botella, tranquilos es un regalo. Reservad con tiempo!!
Después del desayuno y el picnic, no va a quedar mucho estomago para cañeo, así que la visita a Peñafiel y su castillo se convertirá en visita cultural. Desde la bodega Protos se vislumbra el propio castillo.
15:30 Comida
Nos esperan en una de las bodegas más modernas. El restaurante de Cepa21 de la mano del chef Alberto Soto. Es sin duda una de las mejores opciones para la comida del sábado, previa visita a la bodega.
La otra opción es Ambivium, el restaurante de la bodega de Pago de Carraovejas. Un camino de tierra te lleva desde el mismo Peñafiel a una de las bodegas más reconocidas.
18:00h Descanso
Es hora de volver a descansar. Y lo hacemos en el mejor hotel de la zona, de Castilla y León, y de España y segundo de Europa según la Revista Traveler Conde Nast en el año 2018 . Son palabras mayores.
Abadía Retuerta Le Domaine es el summun de los hoteles. Lo hemos dejado como el colofón al viaje. Convivir en estas paredes del monasterio del siglo es teletransportarse a otra época. El silencio en los pasillos, estando completo el hotel, es intimidante.
El claustro es muy buena opción para la cena, el Spa para descansar y recuperarse del sábado y Refectorio el restaurante dónde disfrutar. Una Estrella Michelin y un Sol de la Guía Repsol reconocen la categoría de un restaurante donde no sólo es importante la comida sino poder hacerlo en el refectorio con techo abovedado del siglo XVII.
Abadía Retuerta debe ser visitado y disfrutado. Una piscina elegante más típica de la Costa Azul francesa, para los meses de verano, y un Spa con los mejores tratamientos de belleza completan la experiencia. Disfruta de la finca con paseos en bicicleta o con cada una de las actividades del hotel.
Domingo
11:00h Check Out
Toca Check out, siempre es difícil volver, y sobretodo después de una escapada como esta. Disfruta de tu desayuno en el claustro del hotel para finalizar la ruta. Siempre pueden quedar ganas para dar un paseo por los viñedos que lo custodian o porque no, acabar de ver otros pueblos que se nos han podido escapar.
Valladolid- Comida en Valladolid 15:30h
Si aún tenemos ganas de comer y si lo queremos es irnos de tapa, una buena opción sería Los Zagales con su tapa “Tigretostón”, o el restaurante “Jero”, “Villa Paramesa”. La tapa “Bombón Mas Maria” del Restaurante Maria es otro indispensable del tapeo vallisoletano. Todos ellos con buena relación calidad precio para compensar el capricho del hotel del sábado. Otra opción sería acabar tirando la casa por la ventana y visitar Trigo, el restaurante con Estrella Michelin.
Nos ponemos al volante para volver a la realidad, siempre a manos del que no haya probado el vino.