Sergio Sayas, Buñuel (6 de julio de 1979). Nació prácticamente con la constitución española, y estamos convencidos que le habría encantado poder ver en directo la aprobación de la misma por Las Cortes. Sergio Sayas es un político vocacional, amante de la política de verdad, la que sirve para mejorar la vida de los ciudadanos, no la que vivimos últimamente en televisión. Comenzó en esta profesión de casualidad y siempre en busca de la libertad, por la que ha luchado incluso con escolta, y en la nefasta época de la banda terrorista ETA.
Nos recibe tomando un café en pleno centro de Madrid. Acaba de despedirse de un compañero, más tarde tiene reunión con una ministra. Una ajetreada vida de trabajo duro de lunes a jueves en Madrid, la que los ciudadanos no ven, y vuelta a su tierra los fines de semana para disfrutar de los suyos.
El desayuno de hoy es un tanto atípico, nada sólido, únicamente dos cafés, el del entrevistado y el entrevistador. Me encuentro un tipo sincero, directo y con un don de gentes especial.
¿Cuándo y por qué empezaste en política?
A mí la política me ha encantado desde pequeño. Soy un friki de la política desde entonces. Yo era el típico que me iba al colegio y dejaba grabando el debate del estado de la nación para luego verlo al volver a casa.
Entré en política por casualidad. Hubo un momento en el que ETA asesinó a Francisco Casanova en un pueblo que no era el mío, al lado de Pamplona, Berriozar, y mi partido quería hacer una lista ahí porque entrábamos en el Parlamento, pero no teníamos representación en el pueblo. Entonces dijimos que había que tenerlo en esa localidad. Me dijeron que iba de número cuatro, era imposible que saliera. Quien iba de número dos se salió, y me dijeron que si quería ir de número dos pero era muy difícil que salieran dos, entonces accedí. Pues bien, no sólo salí sino que goberné. Esa fue la única legislatura que pudimos quitar a Bildu del gobierno y hacer un pacto con el PSOE y otro partido que había en Navarra. Tenía 23 años.
Es vocacional entonces…
Absolutamente vocacional y fijate una cosa, en el ayuntamiento es en el sitio que más he aprendido, y en el que más responsabilidad he visto.
¿Cómo era la situación política en tu pueblo o en tu entorno cuando comenzaste?
En mi pueblo no había problema, pero en el pueblo en el que estuve de concejal, Berriozar, había una falta de libertad absoluta. Mucha gente que se acercaba a darme las gracias por habernos presentado, miraba antes a los lados para que nadie le viese que estaba hablando conmigo. Había tal marcaje en la sociedad que la situación era así, luego por suerte todo mejoró. Pero los primeros años teníamos que vivir con escolta todo el día. El núcleo duro de Batasuna y Bildu estaba en ese ayuntamiento. La gente tenía mucho miedo.
¿Qué has aprendido en este mundo de la política?
Como cualquier persona que lleva tanto tiempo en su trabajo, el trabajo es algo que te moldea. Lo mío ha sido la actividad pública y gracias a ello he conocido mucho la labor de mucha gente, muchos problemas de muchos grupos sociales distintos, la labor de muchas asociaciones.
¿Que es para ti la “Libertad”?
Para mí la libertad es el eje fundamental de mi ideología. Yo estoy en política para defender la libertad. Entré para eso y si algún día dejo de hacer eso no estaré en política. Yo siempre he sido muy libre, lo he sido dentro de mi casa y fuera de ella. Y dentro de mi partido también incluso, cuando he tenido que defender posiciones distintas a las de mi partido lo he hecho. Evidentemente no es algo que haga todos los días porque en casi todo estoy de acuerdo, por eso es mi partido.
La libertad es fundamental y se está perdiendo. Lo veo en todos los partidos políticos. Creo que se están convirtiendo más en equipos del lider que en partidos políticos. Y creo que en los partidos políticos la opinión de todos y los pesos, son fundamentales. Un partido se tiene que acercar mucho a lo que es la sociedad y por supuesto también tratar de que la sociedad se parezca a tu partido. Es una cuestión doble. La sociedad es muy plural. Esa discrepancia social que hay con determinadas ideas, hay que integrarlas dentro del partido también. Porque si no al final los partidos dejan de representar a la sociedad.
¿Que te viene a la cabeza si te digo la palabra “Nacionalismo”?
Pasado. Yo creo que el nacionalismo es algo retrogrado, que no tiene cabida en el siglo XXI. Por muchas razones pero la razón principal es porque el siglo XXI va de eliminar barreras y el nacionalismo las construye. El siglo XXI va de altruismo, y el nacionalismo es ombliguista. El siglo XXI va de cooperación, y el nacionalismo es incapaz de cooperar. Es algo obsoleto, una ideología del pasado y que hace mucho daño a la sociedad.
¿Qué piensas acerca de que los ciudadanos hayan perdido la fe en los políticos? ¿la clase política debe estar más preparada o formada?
Yo hay una parte que entiendo perfectamente a la sociedad. Porque la política ha llegado a ser absolutamente banal. Hablaba Vargas Llosa en un libro de como la cultura se estaba convirtiendo en un espectáculo, pues yo creo que con la política pasa igual. Lo que vemos los miércoles en la sesión de control es una batalla dialéctica sobre la que no se construye nada, y la política debe ser para construir. Y estoy de acuerdo con la opinión de la sociedad.
También es cierto que hay una parte del trabajo de la política que no se ve, pero no es responsabilidad de los ciudadanos no verla, sino que es responsabilidad de los políticos no hacerla ver.
¿Qué cambiarías de tu trabajo?
Al final puedes acabar dejándote llevar por lo mediático y no por lo importante. Ahora lo que tenemos que hacer es estar con el foco, en lo que tenemos importante y no picar en el anzuelo y desviarnos. Dedicarnos a lo que es nuestra responsabilidad, que es recuperar España. Yo creo que ahora mismo España está necesitada de que haya una reflexión real de hacía donde queremos llevar a este país, cómo vamos a invertir los recursos que van a venir de Europa, y sin embargo estamos en la memoria histórica, en la renovación de los jueces, en el indulto a presos catalanes. Estamos haciendo politiqueo y es el momento de la política de altura porque si no va a llegar un momento en el que los ciudadanos van a dar la espalda a la política.
¿Cuál es la rutina diaria de Sergio Sayas?
Lo primero de todo y después de ducharme, es desayunar. Suelo comer un sandwich de jamón y queso y un plátano. El café me gusta tomarlo en una cafetería mientras leo la prensa diaria. Dedico una hora y media a leer la prensa, es algo que me encanta. Leo muy bien Diario de Navarra, El Mundo y El Pais, y luego Expansión y el resto lo ojeo.
¿Cómo es tu domingo perfecto?
El finde perfecto para mí es el que voy a mi casa a Buñuel con mi familia. Tenemos una huerta y comer allí es una locura.
Hablando de gastronomía, ¿Cuál es tu restaurante favorito?
En Pamplona hay un restaurante que recomiendo siempre además, que se llama Enekorri, porque su relación calidad-precio es muy buena y es auténtica cocina navarra y para comer verduras es una pasada.
¿y un hotel que te haya gustado?
Voy todos los veranos a Sitges y hay un hotel que acaban de reformar y que ahora lo ha comprado el grupo Meliá que se llama Terramar. Siempre que tengo un discurso muy importante, me encanta prepararlo en ese hotel. La última vez que he estado ha sido para prepararme el de investidura. Me cojo un par de días y me voy allí a prepararlo, porque tiene una habitación que tiene una parte de vistas a la montaña y otra al mar, y es un sitio que me relaja mucho.
Llevo yendo a Sitges 15 años y este hotel lo descubrí hace 5 años cuando falleció mi padre. Me fui con mi madre cuando eran las fiestas del pueblo para que no estuviera allí, a un sitio tranquilo. Cuando fuimos estaba en obras y no lo disfrutamos bien pero ahora que está terminado es una maravilla.
¿Un país o una ciudad que te haya marcado?
San Francisco. Estuve allí cuatro meses para aprender inglés. No sé si aprendí mucho inglés porque la verdad es que es más fácil hablar español que inglés allí, pero es una ciudad que me atrapó y de hecho quiero volver en cuanto se pueda. En una ciudad tienes muchas ciudades. Diferentes barrios con mucha historia y tan diferentes. La gente cree que es mucho más grande de lo que es, pero realmente es como Zaragoza. San Francisco te ofrece muchísimo.
También conozco a gente que le decepciona. Yo creo que hay que ir el tiempo adecuado. Hay que vivirla.
¿Y un país o ciudad que tengas muchas ganas de visitar?
Tengo muchas ganas de visitar Argentina. Me lo comentaron unos amigos que fueron por viaje de novios y es un país que tengo pendiente.
¿Qué nos recomendarías visitar si te dijésemos que queremos ir a Navarra? Véndenos tu tierra.
Mira yo te recomendaría una cosa de cada zona. Del sur iría a las bardenas, son unas desconocidas.
De Pamplona ciudad me quedaría con las murallas y la ciudadela. La dimensión de la muralla que tiene la ciudad de Pamplona es impresionante. Pamplona es muy desconocida. La catedral hay que conocerla por dentro. Cerca de Navarrería tienes el Mesón Caballo Blanco, que parece que te estas trasladando a otra época.
La zona de la universidad, muy pocas ciudades tienen una universidad así, tan americana.
Y del norte de Navarra me quedaría con el Baztán, un pueblo que tiene mucha magia.
¿Un libro?
Yo el libro que más releo es “El principito”. Y lo leo siempre que empiezo una nueva época en mi vida, porque me dice siempre cosas distintas. O bien cuando salgo o entro en una relación, o tengo una responsabilidad distinta, siempre te dice algo.
Y luego un libro que voy a volver a releer, es una novela sobre la trata de blancas. Es algo sobre lo que tenemos que concienciarnos más. Se llama “Milena o el fémur más bello del mundo”. Este libro te da una imagen sobre la explotación de la mujer que todos desconocemos. Es un libro muy recomendado. A mí me abrió mucho los ojos.
Yo suelo leer el premio planeta de cada año.
¿Dónde te ves en 10 años?
Pues yo creo que en la empresa privada pero claro eso también lo decía hace diez años. Cuando hice el MBA en IESE lo hice para irme, para dejar la política, y recuerdo a un profesor que es Álvarez de Mon que me decía, no te vas a ir porque lo tuyo es una vocación y es algo que llevas dentro, pero yo estaba convencido de que me iba a ir, y aquí estoy, así que no sé donde estaré en 10 años.
DLM Magazine
Sergio Sayas